QUEBRADA DE HUMAHUACA:
Un poco de historia...
La Quebrada de Humahuaca se encuentra en la provincia de Jujuy, conocida por sus principales localidades de Tilcara, Humahuaca y Purmamarca. A comienzos del siglo XX era un destino de descanso para las familias adineradas, pero luego fue recibiendo más turistas de todo el país. Con el tiempo se fue caracterizando por hacer turismo mediante excursiones en sitios de interés como la Pucara de Tilcara, el Monumento a la Independencia, el Cerro de los Siete Colores, el monolito que señala la localización del Trópico de Capricornio, etc. Hacia mediados de 1990 el número de turistas aumento quince veces, acompañando la patrimonializacion del lugar por la UNESCO en 2003.
Los paisajes de la Quebrada son un muy importante atractivo de la zona, mayormente por el cambio en la altura del terreno y las modificaciones en el aspecto de la vegetación conforme se avanza hacia el norte. La escasa vegetación en el norte del valle permite ver las rocas de las laderas, las cuales permiten observar una gran variedad de colores que contrastan con el verde de la parte sur, donde la vegetación es abundante. Es por esto que el colorido del paisaje es vital como atractivo turístico; la Quebrada presenta azules cobalto, montañas violáceas, cactus verdinegros con flores blancas y rojas, playas amarillentas, rostros aceitunados y vestimentas multicolores. Hacia la Puna, el atractivo “se va perdiendo” porque carece de encanto natural.
Cultura en la Quebrada...
El principal atractivo turístico cultural son las manifestaciones aborígenes tanto como los pueblos originarios, su indumentaria, costumbres, música y creencias. Estas civilizaciones reciben gran admiración por su lucha aguerrida frente al avance español en la época de la conquista y su resistencia y valentía en la defensa del territorio nacional. A pesar de esto, la relación que establecieron aborígenes y españoles rara vez se presenta como conflictiva. Aún se puede apreciar el legado de estas culturas gracias a los lazos que la población aborigen actual de la zona tenía con estos antepasados y gracias a construcciones coloniales, como capillas o huellas manifestadas especialmente en las ruinas. La religión y sus manifestaciones son muy reconocidas dentro de la Quebrada. Los aborígenes más distintivos de la zona fueron los coyas e incas. No siempre fueron valorados estos aspectos, solo en las décadas de 1950 y 1960 se le comenzó a dar importancia a las tradiciones folklóricas que incluyen cantos, danzas y artesanías del lugar. Recién en 1954 se declaró música y baile regional al Carnavalito de la Quebrada de Humahuaca. La Quebrada suele ser partícipe de visitas conjuntas, por ejemplo, varios recorridos suelen comenzar en la Quebrada, luego se dirigen a Bolivia y Perú para finalmente llegar a Cuzco o las ruinas de Machu Picchu. La sociedad quebradeña está profundamente vinculada a la tierra, en una comunión con el mundo natural hasta incluso en ciertas formas de producción agraria.
A lo largo de toda la Quebrada, el Carnaval se vive de manera intensa y respetuosa hacia la madre tierra a partir del desentierro y entierro del diablo del carnaval, conocido como Pujllay. Las principales celebraciones se realizan en la localidad de Humahuaca, pero también en Tilcara, Tumbaya y Maimará. Las comparsas y agrupaciones musicales se reúnen durante dos semanas para festejar este rito milenario.
Patrimonialización:
En el 2003 la Quebrada de Humahuaca fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y fue reconocida como un Paisaje Protegido. Fue caracterizada por tener patrimonios naturales (rutas naturales y pasos de montaña que favorecen el desplazamiento humano y cumplen el papel de corredor biológico para la flora y fauna), patrimonio tangible (reconocido como un sitio de paso a lo largo de la histórica y representado mediante sus antiguas obras arquitectónicas), y patrimonio intangible (lengua quechua y folklórica, los instrumentos musicales, la música y las artesanías).
Mapa de actividades: